Puntos Clave para un Mejor Sueño del Bebé

La Importancia de un Horario Temprano para Dormir

El sueño más reparador y de mejor calidad ocurre antes de la medianoche. Queremos proteger este sueño lo más posible y por eso la hora de dormir es tan importante. Los bebés tienen sueño natural entre las 6:30 y las 7:30 p.m., así que intenta ajustar tu rutina para calmarse en esa ventana de tiempo. Si las siestas han sido particularmente cortas o tu bebé está inquieto, adelantar la hora de dormir hasta las 5:30 p.m. puede ayudar. Para más consejos como este y acceder a un horario de sueño personalizado que se actualiza automáticamente con cada sueño que rastreas, descarga el Smart Sleep Coach de Pampers™.

La Necesidad de Horarios Tempranos

Las horas de dormir tempranas son esenciales para un bebé bien descansado. Aunque parezca que mantener a tu bebé despierto hasta tarde resultará en que se despierte más tarde en la mañana, eso no es cierto. Tu bebé seguirá despertándose temprano, pero estará demasiado cansado y no podrá dormir bien por la noche.

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¿Cuánto Sueño Necesita Mi Hijo?

El CDC recomienda que los bebés de 3 meses duerman entre 14 y 17 horas al día. A medida que crecen, la cantidad de horas de sueño que necesitan se reduce gradualmente, pero incluso a los 18 meses, todavía necesitan entre 11 y 14 horas. Aunque parte de ese sueño viene en forma de siestas, la mayoría se consolida en un largo período durante la noche.

¿Por Qué es Importante la Hora de Dormir?

Aunque es posible que un niño obtenga el sueño adecuado con una hora de dormir más tarde si "duerme hasta tarde", hay un problema: usualmente no lo hacen. El ritmo circadiano natural de un niño pequeño los despierta tan temprano como a las 6:00 a 7:30 a.m. Una hora de dormir demasiado tarde significa que aún se despertarán, pero con menos sueño.

De hecho, está científicamente comprobado que los bebés con una rutina consistente (incluyendo una hora de dormir razonable) se duermen más rápido y permanecen dormidos por más tiempo. Fundamentos del sueño como estos pueden hacer una gran diferencia en el sueño de tu bebé.

La Ventana de Sueño Importa

Así como los niños se levantan temprano de manera natural, también tienden a tener una ventana de sueño alrededor de las 7:00 a 8:00 p.m. En la mayoría de los casos, si se van a dormir en ese momento, será más fácil para ellos conciliar el sueño, y idealmente obtendrán la cantidad adecuada de sueño durante la noche. Para los niños más pequeños, sus siestas diurnas completarán el resto de su sueño en un período de 24 horas.

La Importancia de la Rutina

Esto es bien aceptado por maestros y cuidadores en las aulas, así como por padres que usan una rutina calmante para la hora de dormir. Cuando un niño pequeño sabe qué esperar, se siente seguro. Cuando la hora de dormir es la misma cada noche, saben lo que viene. Un baño, un cuento, abrazos y un beso de buenas noches son una manera bastante común de asegurar un ambiente tranquilo antes de dormir. Si la hora de dormir es tarde, esos pasos pueden ser omitidos o apresurados, y el resultado es una ventana de sueño perdida y un niño que puede no estar listo para dormir.

El sueño más reparador y de mejor calidad ocurre antes de la medianoche. Queremos proteger este sueño lo más posible y por eso la hora de dormir es tan importante. Los bebés tienen sueño natural entre las 6:30 y las 7:30 p.m., así que intenta ajustar tu rutina para calmarse en esa ventana de tiempo. Si las siestas han sido particularmente cortas o tu bebé está inquieto, adelantar la hora de dormir hasta las 5:30 p.m. puede ayudar. Para más consejos como este y acceder a un horario de sueño personalizado que se actualiza automáticamente con cada sueño que rastreas, descarga el Smart Sleep Coach de Pampers™.

Conexiones Conductuales y Cognitivas

En un estudio de niños de 18 meses en Japón, el neurodesarrollo de los niños con horas de dormir tardías (después de las 10 p.m.) fue peor que el de los niños que se acostaban más temprano.

Otro estudio analizó los puntajes de pruebas cognitivas de niñas de 7 años en el Reino Unido. Rastreadon las horas de dormir desde los tres años y encontraron que las niñas con horarios irregulares de dormir obtuvieron puntajes significativamente más bajos.

No Solo es Mental

Un estudio de 2009 encontró que la interrupción de los ritmos circadianos puede afectar la salud metabólica. Programar las comidas y el sueño en un patrón regular que siga la luz y la oscuridad ayudó a regular los niveles de insulina y glucosa, así como a reducir el riesgo de hipertensión.

También hay evidencia que vincula una hora de dormir más tardía en adolescentes con un IMC más alto. El estudio encontró vínculos significativos entre las horas promedio de dormir más tardías durante la semana laboral, incluso cuando eliminaron factores como el tiempo frente a la pantalla y el ejercicio.

Los Horarios Tempranos Benefician a Toda la Familia

Establece esa hora de dormir adecuada para la edad y cuenta hacia atrás para averiguar cuándo debería ser la cena. Luego planifica una rutina agradable, simple y calmante para que aproveches esa ventana de sueño. Pronto encontrarás que tu hijo se resiste menos, se despierta menos durante la noche y es más fácil de llevar durante el día.

Una vez que es una rutina, puede ser un momento relajante y agradable para ti y tu hijo para fortalecer el vínculo. Además, podrías encontrarte con algo de tiempo libre antes de tu propia hora de dormir.