Entrenamiento para dormir: una buena rutina nocturna

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Los bebés y los niños pequeños son criaturas de hábito, por lo que gozan de la previsibilidad de un ritual. Al realizar las mismas tareas simples antes de acostarse cada noche es una señal de que todo está bajo control, y que es hora de ir a dormir.

Estas son nuestras principales pautas para una rutina fácil a la hora de acostarse.

-       La consistencia es todo. Una vez que comiences una rutina a la hora de acostarse y adquieras regularidad, ellos esperarán este momento. Intenta limitarlo a 30 minutos o menos para que sea manejable para todos los involucrados.

-       Mantén la simpleza. Haz que tu rutina a la hora de acostarse sea tan básica que se pueda seguir incluso cuando estés fuera de casa. Puedes incluir un baño caliente, un cuento antes de dormir, taparlo bien y un beso de buenas noches.

-       Recordatorios a la hora de acostarse. Puede ser beneficioso para los niños pequeños que les des un par de recordatorios de que se acerca la hora de acostarse; si lo mencionas repentinamente solo lograrás que ellos sean más reacios a renunciar al juego.

-       Apaga las luces. Esto ayuda al niño a distinguir la diferencia entre el día y la noche. Si se despierta y está oscuro, entonces aún es ‘de noche'.

-       Sé flexible. Si tu niño está enfermo y desea que le cuentes una historia más, puedes desviarte un poco de las reglas, pero asegúrate de no entorpecer la rutina por completo. La hora de acostarse es un momento especial para ti y tu bebé, así que debes disfrutar de esa relación y tiempo de abrazos.

-       Evita que sea un castigo. Debes intentar que la rutina a la hora de acostarse sea sagrada, de modo que no se tome como un castigo.

Disfruta de cada momento a la hora de acostarse: aunque puede ser una tarea desafiante, ¡es un momento especial de relación muy valioso!

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