Bebés llorones: ¿por qué algunos bebés lloran más que otros?

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Los niños llorones son niños que responden rutinariamente con lágrimas ante la mínima provocación o desafío.

A menudo, otros niños los observan con desprecio y sus padres con vergüenza. Incluso la palabra ""llorón"" refleja nuestra decepción respecto a su maduración o resistencia a lo que nos gustaría que sean.

En los genes La genética y el temperamento parecen jugar un rol muy importante a la hora de determinar qué niños se convertirán en llorones. Los recién nacidos se sorprenden con facilidad, tienen problemas para adaptarse las luces brillantes o se muestran muy sensibles a la textura de las prendas de vestir y los pañales.

Más lágrimas, más risas Los aspectos positivos: Esa sensibilidad parece tener un lado positivo también: más adelante, estos niños generalmente desarrollan más empatía. Son más rápidos para comprender y reaccionar a las emociones, no solo de otros niños, sino también de los animales. En las interacciones sociales, no solo lloran más que otros niños, sino que también se ríen más.

¿Por qué son tan emocionales? En lugar de expresiones de debilidad, el melodrama y las lágrimas son señales de que un niño está emocionalmente sobrepasado. Como no puede expresar la intensidad de sus sentimientos en palabras, sus emociones se transforman en lágrimas. Generalmente, los niños y los niños en edad preescolar se olvidan rápidamente de un compañero que llora en ocasiones.Es más un problema para los padres quienes (y equivocadamente) interpretar las lágrimas del niño como evidencia de una falla por su parte.

Cómo puedes ayudarlo Existen algunas técnicas que puedes implementar para ayudar a tu niño sensible a controlar el estrés.

  • Permite que tu hijo llore, especialmente cuando está enojado. Recuerda que llorar es un signo de que tu hijo está emocionalmente abrumado. Si eliges este momento para decirle que no debe llorar, se enojará aún más y llorará aún más. En su lugar, debes ayudarlo y darle el consuelo que necesita para reorganizar sus emociones.

  • Concéntrate en los aspectos positivos, y no los negativos. Si le dices a tu hijo que experiencias de rutina tales como visitas al médico o al dentista ""no dolerán"" o ""no le generarán miedo”, esto solo incrementará la ansiedad del niño. Después de todo, él comprenderá que no hablarías de dolor si no existiera. En su lugar, debes coordinar una visita en el consultorio del dentista para que vea el equipamiento, pasee en la silla del dentista o le cuentes los dientes. De esa forma, estará más relajado y colaborará cuando regrese a la cita para examen real.

  • Asegúrate de no reforzar su llanto involuntariamente. Algunos niños lloran porque creen que es la única forma de llamar la atención de sus padres o de sus maestros. Si crees que es esto lo que puede estar sucediéndole a 'tu hijo, préstale más atención cuando se comporta de la forma que te gustaría.

  • Enséñale a tu hijo que existen otras alternativas en lugar de llorar. Por ejemplo, un niño en edad preescolar se concentrará en las emociones de una situación (""Esa niña es mala. La odio."") Esto tendrá una tendencia a hacer que el llanto perdure. Luego de dar cuenta de sus sentimientos intensos (""Puedo ver que está enojado con tu hermana""), ayuda a tu hijo a concentrarse en el comportamiento que disparó el problema (""¿Acaso ella te empujó?"")

  • Habla sobre qué otra cosa pudo haber hecho que lo haga llorar. (Espera a que se haya calmado, ¡por supuesto!) Debes dar alternativas, especialmente al principio. Realiza un cambio de roles de modo que él pueda practicar nuevos enfoques la próxima vez que se sienta estresado.

Es posible que tu hijo llore fácilmente, pero pronto te darás cuenta que su sensibilidad en aumento tiene sus momentos reconfortantes también, y que llenará tus días de 'alegría y empatía por otras personas.

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