Seguridad y aire libre

Después de los 3 años, tu hijo desea pasar al menos parte de su tiempo para valerse por sí solo. Cuando se acerca a los 4 años, querrá estar en más movimiento a medida que se transforma en un explorador durante las salidas familiares. Aunque te alegre esta independencia, deberás conocer lo más posible sobre cómo proteger a tu pequeño aventurero.

Entonces, ya sea que salgas de campamento u organices un viaje de pesca lejos de casa o realices una caminata por el parque local, tú y tus hijos deben saber qué hacer si alguno de ustedes se pierde o separa del resto. También debes saber qué medidas tomar para conservar la energía y proteger la piel. Las cosas que los niños aprenden en estas salidas los deberían preparar para una vida de diversión y aventuras al aire libre.

Las siguientes nueve precauciones básicas te mantendrán segura en tus excursiones.

Reglas sobre filtro solar. Los rayos del sol pueden quemar la piel aunque esté nublado. Las excursiones de invierno son tan dañinas como las de verano para el rostro y otras partes del cuerpo que están expuestas. Siempre aplica una capa de filtro solar de amplio espectro con FPS de 15 a 30 o más antes de salir y repite la aplicación cada dos horas. Si tu hijo tiene más de 3 años, enséñale a que se lo aplique solito para crear el hábito y asegúrate de que un adulto revise que esté bien cubierto.

Uso de sombreros. Los sombreros son mucho más que un objeto decorativo. En el invierno, si la cabeza está expuesta, perdemos mucho calor corporal; y en verano, sucede lo contrario. Esta regla se aplica aún más en los niños porque el tamaño de su cabeza es relativamente grande en relación con el de su cuerpo. Las quemaduras de sol en el cuero cabelludo son dolorosas y peligrosas. Si la cabeza está cubierta, es más fácil evitar los golpes de frío (hipotermia) o calor (hipertermia).

Agua. Lleva mucha agua y haz que tus hijos beban en abundancia. Así evitarás la fatiga y la deshidratación causadas por beber poca agua. Los niños lentos e irritables suelen tener sed. Cuando tienen 3 años, ya pueden cargar un cuarto de galón de agua por sí solos en una mochila y beber a menudo.

Refrigerios. Los niños necesitan recargar energía al menos cada dos horas. Aunque planees estar fuera por un tiempo breve, lleva comida por si se produce alguna demora inesperada. Este es un buen hábito para crear.

¡A empacar! ¿Qué es negro, de plástico y tiene un orificio en la parte inferior? Un protector hecho con bolsas de residuos. No salgas de casa sin poner uno en la mochila de tu hijo. Este noble elemento lo protegerá del agua y el frío si se pierde y debe permanecer a la intemperie. Enséñale cómo una simple bolsa de residuos se transforma en una capa mágica que puede usar si está mojado y tiene frío o perdido. ¡Es verdad! Este es el refugio de emergencia de tu hijo.

Aquí detallamos los cuatro pasos que debes enseñarle a tu hijo de edad preescolar:

Paso 1: Después de quitarte el sombrero, coloca la parte abierta de la bolsa en tu cabeza como si te estuvieras poniendo una camisa o un jersey.

Paso 2: Busca el orificio de la parte inferior y pasa tu cabeza a través del mismo.

Paso 3: Vuelve a colocarte el sombrero.

Paso 4: Acurrúcate debajo abrigándote con la bolsa.

Sopla el silbato. Coloca un silbato con una cuerda larga alrededor del cuello de tu hijo y ponlo por debajo de su ropa para que no se le enganche con nada. Dile que lo sople solo si se pierde. Una vez más, explícale a tu hijo (sin asustarlo) que no es un juego. Crea una señal (un silbido corto, uno largo, por ejemplo) para llamar a todos a un punto de encuentro designado. No pretendas que un niño menor de 5 años recuerde el lugar. Pero igualmente sigue la rutina; en algún momento la recordará y mientras tanto estarás creando un buen hábito.

Vestidos para el éxito. Usa pantalones largos y botas altas si en el lugar adonde vas hay bichos, malezas que puedan rasguñar y hiedra venenosa. Usa repelente para insectos y, al finalizar la salida a un bosque o campo, revisa la ropa de tus hijos para asegurarte de que no tengan garrapatas.

El líder de la tribu. Designa a tu hijo líder de la excursión. Se sentirá muy orgulloso y tú podrás vigilarlo. Enséñale a tu líder a mirar hacia atrás constantemente para que vea si todos sus seguidores están juntos.

Abraza un árbol. No se trata de una cuestión filosófica ni ecológica. Tiene que ver con la seguridad. Enséñales a tus hijos a abrazarse literalmente de un árbol si se pierden. Diles que busquen el árbol más solitario que tengan cerca y lo abracen. Y que permanezcan abrazados a él. Es más fácil encontrar a los niños cuando se quedan quietos.