Visita pediátrica Control del primer año

¡Llega el control del primer año! Es probable que en este control tu bebé se mueva más y esté más inquieto que antes. Pero no te preocupes, es una reacción esperable. Sin dudas el consultorio de tu médico tiene muchos juguetes interesantes para que los niños jueguen. Pero no te sorprendas si tu pequeño quiere estar cerca tuyo cuando se le acerque el médico.

HERRAMIENTAS PARA TU BEBÉ
Tabla de crecimiento del bebé

Tabla de crecimiento del bebé

Revisa la estatura, el peso y la circunferencia de la cabeza de tu bebé en comparación con el crecimiento promedio con nuestra simple herramienta.

What is your child*
Este es un campo obligatorio.

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* Introduce los detalles de las últimas medidas de tu bebé ** Fuente: Organización Mundial de la Salud

Vacunación En esta visita tu bebé recibirá algunas vacunas. No sirve de mucho explicarle a un bebé de esta edad que lo van a vacunar, ya que su sentido del tiempo y su comprensión son limitados. Seguramente calmará su temor con tu voz y tu forma de hablarle. Quédate cerca de tu bebé para sostenerlo y distraerlo con una canción o un juego. Si estás calmada y estás allí para él, tu bebé no se alterará demasiado.

  • Como tu bebé va a recibir varias vacunas en esta visita, considera darle una pequeña dosis de paracetamol para calmar el dolor. Consulta con tu médico antes.

En esta visita, es probable que tu médico:

  • Pese y mida al bebé. A partir de ahora, su nivel de crecimiento comenzará a disminuir. Haz clic aquí para consultar nuestra.

  • Colócale a tu bebé su nueva serie de vacunas.

  • Responda las preguntas que tengas sobre vitaminas, suplementos y la dieta del bebé.

  • Aborde todas tus inquietudes sobre el crecimiento o el peso de tu bebé. Alrededor del año, tu bebé habrá triplicado el peso que tenía al nacer. Tu bebé crecerá más lentamente pero a un ritmo constante durante su segundo año.

  • Si tu bebé es demasiado regordete, es probable que esté tomando mucha leche. El pediatra te dirá si el peso de tu bebé está desproporcionado para su altura y si es necesario modificar su alimentación. Los bebés no necesitan "hacer dieta". Basta con que se alimenten de manera saludable.

  • Discute el consumo de jugos, ya que muchos de los problemas nutricionales de los bebés se producen cuando se tornan "adictos" a este tipo de bebidas.

Cosas que tu médico querrá saber Cada bebé es diferente y se desarrolla a su propio ritmo. De todas maneras, es recomendable que hables sobre el desarrollo de tu bebé con el pediatra.

  • ¿Tu bebé ha visitado a otro médico desde la última visita? Si es así, ¿por qué? ¿Qué sucedió en esa visita? ¿Te recetaron alguna medicina o algún tratamiento?

  • ¿Tu bebé ya tiene dientes? Si es así, ¿cuántos?

  • ¿Puede pararse solito y alejarse del objeto con el que se sostiene? ¿Puede desplazarse de un lado a otro de alguna manera?

  • ¿Camina solito o agarrado de la mano?

  • ¿Puede decir otras palabras además de "Mamá" y "Papá"? Si es así, ¿cuáles?

  • ¿Utiliza palabras sin sentido y escucha las conversaciones? ¿Puede imitar algo?

  • ¿Responde a su nombre y a los nombres de objetos familiares?

  • ¿Señala con un dedo algo que quieres o cosas que quieres que veas?

  • ¿Juega a "¡No está! ¡Ahí está!" y otros juegos para su edad o hace gestos cuando escucha sus canciones preferidas?

  • ¿Juega con objetos con ambas manos a la vez?

  • ¿Come con sus manitos o bebe de un vaso?

  • ¿Intenta imitar tareas familiares como barrer el piso o lavarse la cara?

  • ¿Puede buscar objetos que están escondidos?

Háblalo con tu médico

  • Análisis de plomo. Este puede ser un análisis de sangre obligatorio u optativo. Discute sobre la posibilidad de exposición al plomo. Muchos médicos tienen una lista de control para evaluar el riesgo de tu hijo a sufrir envenenamiento por plomo. Si tu bebé vive en una casa construida antes de 1982, es probable que deba someterse a este análisis.

  • Examen de seguimiento. Recuérdale al médico si a tu bebé ya le han realizado un examen de audición o vista debido a algún problema en particular. Puede ser un buen momento para realizar exámenes de seguimiento.

  • Enfermedades contagiosas. Si alguna persona de la casa o alguien que está en contacto frecuente con tu bebé tiene una enfermedad infecciosa grave como tuberculosis, hepatitis o meningitis, es probable que debas realizarle un examen a tu bebé.

  • Enfermedades, medicinas o emergencias recientes. Infórmale al médico si tu hijo está tomando alguna medicina o ha visitado la sala de emergencias por alguna razón desde la última visita. Lleva los registros o las medicinas.

  • Disciplina. El médico puede ayudarte con la disciplina, un problema que preocupa a muchos padres a esta edad. Es bueno recibir algún tipo de asesoramiento ahora que probablemente el comportamiento de tu pequeño se esté tornando más desafiante. Si es posible, intenta que todos los miembros de la casa participen de esta charla con el médico.

  • Asuntos familiares. Infórmale al médico si ha habido algún cambio significativo en tu familia, como un cambio o la pérdida de trabajo, la muerte de un ser querido, un divorcio o algún otro factor que esté afectando a la familia. Esto también afectará a tu bebé y es necesario que sepas cómo ayudarlo.

  • Seguro de salud. Informa si ya no tienes seguro de salud para tu hijo. Hay muchos programas disponibles que proveen dicha cobertura.

¡Habla ahora! Es probable que tú o tu médico estén preocupados por algunos asuntos especiales. Infórmale al médico si tu hijo:

  • No puede soportar su peso en sus piernas.

  • Tiene uno o ambos ojos cruzados, aunque no sea todo el tiempo.

  • No utiliza ambas manos por igual.

  • No utiliza palabras reales, no conoce su nombre o no balbucea.

  • No gatea ni se mueve de alguna manera.

  • No se muestra curioso, desbordante de risa y entusiasmo o feliz la mayor parte del tiempo o no busca interactuar con personas conocidas.

  • No le teme a los extraños ni siente ansiedad al separarse de las personas. (El temor y la ansiedad ante estas situaciones son normales a esta edad.)

  • No señala las cosas.

  • Parece tener problemas con su visión o audición.

  • Ha perdido alguna capacidad que tenía antes.

  • No come solito.

  • Se ahoga o hace arcadas con frecuencia, babea o le cuesta tragar líquidos.