Sanación luego del parto

El nacimiento es un proceso fisiológico normal, pero durante los días y semanas luego de la llegada del bebé, tu cuerpo debe pasar por un período de curación. De hecho, puede llevar hasta un año antes de que tu cuerpo regrese a su estado previo al Pregnancy. Aunque hay algunas diferencias entre curarse luego de un parto vaginal frente a un nacimiento por cesárea, el proceso de curación general se aplica a los dos tipos de partos. Varios factores pueden afectar esta curación, incluida tu salud en general, estado de nutrición y grado de fatiga o estrés. Contracciones uterinas e involución Poco después de que nace tu bebé, la placenta se separa de la pared del útero y se expulsa. El área donde la placenta estaba unida es muy parecida a una herida abierta que debe cicatrizar. Por suerte, tu cuerpo se pone en funcionamiento rápidamente. En cuestión de minutos luego del nacimiento, el útero se contrae firmemente para sellar los vasos sanguíneos abiertos en la pared uterina en el sitio placentario. Estas contracciones uterinas, a veces denominadas ""dolores posparto"", se pueden sentir como una sensación fuerte de cólicos durante los primeros días pero luego se reducen. Puedes sufrir estas sensaciones durante la lactancia, ya que la estimulación del pezón provoca contracciones uterinas. Puedes tomar un analgésico (para aliviar el dolor) si estos calambres son demasiado incómodos.

Inmediatamente después del nacimiento, puedes sentir el útero al nivel del ombligo. Las contracciones posparto causarán que el útero se sienta como una pelota rígida en el abdomen. Cada día se volverá más pequeño, hasta que ya no se sienta a través de la pared abdominal. A medida que disminuye el tamaño, se traslada hacia abajo de la pelvis detrás del hueso púbico. Este se denomina el proceso de involución y muestra que la cicatrización está avanzando. Mientras aún estás en el hospital, la enfermera controlará tu útero constantemente para supervisar el proceso de involución. Si el útero no se contrae como debería, lo puede masajear para estimular la contracción. Loquios Lleva hasta 10 días la cicatrización total del sitio placentario, y durante ese tiempo notarás una secreción de sangre vaginal llamada "loquios". Los loquios serán de color rojo intenso durante un día o dos luego del nacimiento, muy parecido a un período menstrual intenso. Luego disminuye y se vuelve marrón oscuro, luego una secreción rosácea, y para los 10 días una leve secreción blanca. Cuando llegues a ese punto, sabrás que el sitio placentario está totalmente curado. Este proceso se puede acelerar en mujeres que dan de mamar, debido a que la acción de succión del bebé de los pezones de la madre estimula la contracción del útero, y la cicatrización puede llevar menos tiempo. Hasta que los loquios hayan desaparecido, deberías evitar tener relaciones sexuales y mantener buena higiene del perineo (el área entre el ano y la vulva) durante todo el día para evitar la introducción de bacterias en el tracto vaginal.

Cicatrización en el lugar de la incisión Ya sea que el nacimiento se haya producido de manera vaginal o por cesárea, probablemente implique una incisión que requiera cicatrización. Con un parto vaginal, probablemente te hagan una episiotomía. Esta pequeña incisión, que se realiza para ampliar la abertura vaginal justo antes de que salga la cabeza del bebé, luego se repara con puntos. Al igual que cualquier incisión, la cicatrización de la episiotomía lleva un par de semanas. El cuerpo absorberá los puntos, pero la incisión puede estar delicada o doler durante la primera semana, más o menos, luego del nacimiento. Es posible que se infecte, pero con un buen cuidado del perineo (ver a continuación), generalmente se puede evitar. Si el nacimiento es por cesárea, la incisión abdominal llevará más tiempo en sanar. Si la cesárea no fue planeada y programada, pero tuvo lugar luego de un tiempo en trabajo de parto, será necesario recuperarse del nacimiento así como de la operación. Además de los mismos componentes de recuperación ya mencionados para el nacimiento por parto (involución uterina y loquios), es necesaria la recuperación del procedimiento quirúrgico. Esta recuperación es más larga, lleva entre cuatro y seis semanas. La incisión de la cesárea probablemente duela luego de que se va la anestesia. Se pueden dar medicamentos analgésico según la necesidad; al principio, probablemente sea un analgésico narcótico que te haga sentir mareada y soñolienta. Si los puntos no son los que se absorben solos, te los quitarán alrededor de cinco días después del nacimiento. Algunos médicos puede que usen grapas metálicas en lugar de suturas para cerrar la incisión; estas también se quitarán unos días después del nacimiento. Las suturas o grapas pueden provocar una sensación de tirantez a medida que la piel cicatrice. Debido a que se debe insertar un catéter urinario en la vejiga antes de la cirugía, una vez que lo quitan, después de la cirugía, es importante beber mucho líquido y orinar con frecuencia para evitar una infección en la vejiga.

Impulsores de circulación Para fomentar la buena circulación luego de la cirugía, te pedirán que muevas las piernas, flexiones los pies, y muevas los dedos de los pies apenas se vaya la anestesia. También te pedirán que te sientes al costado de la cama, que te sientes en una silla, y luego camines durante el primer día luego del nacimiento; quizás te pidan que uses medias elásticas para fomentar la buena circulación y evitar coágulos de sangre. Debido a que el proceso de cicatrización es más complejo para un nacimiento por cesárea, permanecerás en el hospital durante un período más largo, probablemente entre tres y cinco días. Consejos para curación en casa Los siguientes son algunos consejos que te ayudarán a fomentar la curación y la comodidad:

  • Emplea respiración relajada y lenta y masajea si los dolores posparto son molestos. Si estas medidas no ayudan, toma los analgésicos de venta libre que te recomendó tu médico. Ten en cuenta que estos dolores posparto indican que la involución y la cicatrización están avanzando, y esto es una buena señal.

  • Para evitar infecciones en la incisión de la episiotomía, usa toallas sanitarias limpias al menos cada cuatro o seis horas. Siempre quita la toalla desde adelante hacia atrás para evitar arrastrar bacterias desde el recto hacia la vagina. Limpia el perineo luego de orinar o de las deposiciones al verter agua tibia sobre el área y secando con golpecitos con paños de gasa. Recuerda además siempre limpiar desde adelante hacia atrás. Siéntate en agua tibia ("baño de asiento") o usa compresas tibias para fomentar la cicatrización de la incisión. Realizar ejercicios de piso pelviano contrayendo/soltando (Kegel) recuperará la circulación del área y fomentará la cicatrización.

  • Sigue las instrucciones que te dan en el hospital para el cuidado de la incisión de la cesárea. Mantén los apósitos limpios y secos.

  • Consume una dieta saludable para respaldar el proceso de curación. Asegúrate de consumir proteínas, vitaminas y mucho líquido.

  • No retomes las relaciones sexuales hasta que los loquios hayan desaparecido y el lugar de la episiotomía haya cicatrizado; quizás no tengas ganas de tener relaciones por el momento debido a la fatiga. Pero otras formas de afecto pueden demostrar a tu pareja que aún lo amas, a pesar de que gran parte de tu energía emocional se dirija al bebé en este momento.

  • ¡Descansa! Este es un componente importante del proceso de curación. Intenta permanecer en cama o en el sofá durante la primera semana luego del nacimiento. No hagas demasiadas cosas ni demasiado rápido, aunque te sientas bien. Las únicas actividades que deberías hacer son las relacionadas con el cuidado del bebé. Deja que otra persona se haga cargo de los mandados, de cocinar, lavar y de las tareas de la casa. Anticípate de modo que tengas disponible ayuda para estas actividades.

  • Duerme cuando el bebé duerma. Debido a que esperas tener muchas noches de sueño interrumpido, necesitarás compensarlo con siestas durante el día. Deberías apuntar a dormir la misma cantidad de horas en un período de 24 horas (aunque divididas en más segmentos) que antes que el bebé naciera. Descuelga el teléfono y coloca un cartel de "¡No molestar!" en la puerta.

Cuándo llamar al médico Comunícate con tu médico si observas alguna de estas señales, ya que podrían indicar que la cicatrización no está avanzando como debería, o que estás desarrollando una infección:

  • Temperatura superior a 38 °C (100 °F) que dure más de un día.

  • Sangrado intenso o rojo fuerte (loquios) luego del cuarto día del posparto, o grandes coágulos de sangre en los loquios.

  • Loquios con olor fétido. Los loquios regulares deberían tener un leve olor a humedad, muy parecido al sangrado menstrual.

  • Dolor en el bajo vientre luego de los primeros días después del nacimiento.

  • Señales de infección (enrojecimiento, ardor, inflamación, flujo rebosante) en el lugar de la episiotomía o incisión de la cesárea.

Si sigues estas recomendaciones, te sorprenderá lo rápido que vas a sentir que volviste a la "normalidad" luego del nacimiento. Debido a que tener un bebé es un proceso normal, no una enfermedad, tu cuerpo se curará rápido. Y los pocos días que tengas leves incomodidades mientras te curas se verán eclipsados por la alegría de tener un nuevo bebé en tus brazos.